Bienvenido a mi blog

Aquí encontrarás información relacionada con el cine de terror, horror, gore, etc.

Gracias por visitarlo, comenta en las publicaciones y si te gusta, compártelo!

sábado, 5 de junio de 2010

Leyendas del cine de culto parte 3

Categories:

Leyendas del cine de culto parte 3

por Cesar Amigó (EL CHICO MALO DEL CINE)

Lucio Fulci (Roma, Italia 17 de junio de 1927 - Roma, Italia 13 de marzo de 1996) fue director, guionista y actor.

Lo primero que tendría que decir de la obra de Fulci es que es tan extensa que se hace inabarcable. De hecho, todavía me falta gran parte de su filmografía por revisar, por lo que este breve recuento, que obviamente jamás podrá hacerle justicia, sólo incluye algunas de sus obras más conocidas. Caracterizado por su ritmo de trabajo demencial y por su truculencia en cuanto a imágenes, la idea que muchas veces se quiere dar de Fulci se reduce a la de un virtuoso del gore, lo cual en mi opinión es una idea bastante simplista para un hombre que incluso en sus trabajos de encargo hacía sobresalir su visión y sus ideas particulares sobre lo que debía ser el cine. Fulci tiene además la particularidad de haber llegado en una época en la que otros autores italianos del género de horror se hacían visibles para el público mundial, pero su estilo no se parece al de ningún otro, y aunque lo prolífico de su obra le convirtió en un autor en ocasiones un tanto irregular, sus aciertos son sin duda mayoritarios, e incluso sus relativos fracasos guardan momentos muy interesantes.

Todo esto hace que incluso en el confuso panorama del horror italiano, su estilo sea bastante reconocible debido a ciertos elementos que se repiten: sus influencias literarias, su deuda confesa con los surrealistas, su obsesión estética con los ojos (imagen recurrente en casi todas sus películas) y su relación de amor/odio con el catolicismo son constantes a lo largo de su muy prolífica carrera. A pesar de estar presente en el mundo del cine ya desde los años cincuenta y haber trabajado prácticamente todos los géneros, no fue sino hasta finales de los sesenta cuando comenzó a tener cierta notoriedad gracias a su entrada en el Giallo (palabra que en italiano define el género policial o lo que se conoce en inglés como crime thriller) gracias a la película Una historia perversa (1969), a la que siguieron algunos de sus más famosos éxitos "tempranos" como Una lagartija con piel de mujer (1971) y Angustia de silencio (1972), para las cuales, por cierto, son mucho más divertidos los títulos originales.


Sin embargo, y a pesar de todo esto, fue en el género de terror donde cosechó sus mayores éxitos y donde adquirió fama internacional, comenzando con su primer trabajo para dicho género, la producción de Fabrizio de Angelis Nueva York bajo el terror de los zombis (1979), que en italiano se conoce como Zombi 2 y que es, lo sabemos todos ya, una secuela bastarda de El amanecer de los muertos (1978), conocida como Zombi en gran parte de Europa. En un caso que sólo se puede calificar de justicia poética, la fama de la película de Fulci (que muy poco tiene que ver con la de Romero, valga decir) fue tal que originó su propia ristra de secuelas falsas por parte de otros directores italianos de menor ralea.

De hecho el auge de Fulci coincide con la época en la que el cine de terror italiano está en uno de sus mejores momentos, gracias a la obra de varios de sus contemporáneos como Dario Argento y que se extendería hasta autores más jóvenes como Lamberto Bava y Michele Soavi. Fulci alcanzaría la cima de popularidad a principios de los ochenta, una de sus épocas más frenéticas en cuanto a ritmo de producción y donde también encontramos algunas de sus piezas más celebradas. Quizás su punto más alto esté en su ya famosa trilogía de las "Puertas del Infierno", tres películas unidas entre sí por una misma temática: Miedo en la ciudad de los muertos vivientes (1980), El más allá (1981) y Aquella casa al lado del cementerio (1981) son referenciadas a menudo como sus mejores películas, especialmente la segunda, considerada por muchos su obra maestra. Estas tres cintas son también en ocasiones mencionadas principalmente como piezas de regodeo gore, aunque en realidad esconden sus ya habituales comentarios sobre los temas que le interesaban, especialmente el del imaginario religioso y una inspiración lovecraftiana que se hacía más evidente con cada trabajo.

Otras películas de Fulci durante los ochenta tocarían temas de éxitos pasados y profundizarían en su estilo. De esta época son cintas como El destripador de Nueva York (1982) o Los fantasmas de Sodoma (1987), a la cual no puedo dejar de ver como una parodia en clave de horror de la famosa película Saló (1975) de Passolini. Al año siguiente Fulci rodaría Zombi 3 (1988), la única secuela que llegó a hacer de su propia obra, aunque debido a problemas de salud no pudo terminar el rodaje, que pasó a las manos de Bruno Mattei y del guionista Claudio Fragasso, dos de los más fieros explotadores de la serie B italiana de quienes hablaremos en otro momento.

A medida que pasaban los años, las películas de Lucio Fulci fueron aficándose más en la idea de conseguir un estilo surrealista que estuviese por encima del argumento. Una prueba más del genio del director es que sus últimas películas se dedican a parodiar su propia condición de maestro del terror en cintas como La sombra de Lester (1988), Demonia (1990) y, sobre todo, Un gato en el cerebro (1990), donde incluso llega a reproducir imágenes de sus películas más conocidas. Esta última etapa y su frenético ritmo de trabajo, sumados a la diabetes que padecía desde hacía años, desgastaron considerablemente su físico, hasta que finalmente murió en Roma en el año 1996, dejándonos un catálogo de grandes obras que se encuentran entre lo mejor del género de horror, tanto de Italia como del mundo en general.


Spread The Love, Share Our Article

Related Posts

No Response to "Leyendas del cine de culto parte 3"

Publicar un comentario