El Cine Gore
Por Cesar Amigó
El cine splatter o gore es un tipo de película de terror que se centra en lo visceral y la violencia gráfica. Estas películas, mediante el uso de efectos especiales y exceso de sangre artificial, intentan demostrar la vulnerabilidad del cuerpo humano y teatralizar su mutilación. El término «cine splatter» fue adoptado por George A. Romero para describir su película Dawn of the Dead, aunque algunos críticos consideran que contiene un mensaje más profundo, basado en una crítica social.
Algunas veces el gore es tan excesivo que se convierte en un elemento cómico, como se ve en Evil Dead 2 (1987) de Sam Raimi. Este tipo de comedia con elementos gore ha sido llamada «splatstick» (un acrónimo de «splatter» y «slapstick»). Una combinación entre la violencia gráfica e imágenes sexualmente sugestivas es denominada «torture porn» o «gorno» (acrónimo de «gore» y «porno»).
El cine splatter, según el crítico de cine Michael Arnzen, «deleita tímidamente con sus efectos especiales gore utilizados como elemento artístico». Mientras en las películas de terror se tratan temas como lo desconocido, sobrenatural, oscuridad, entre otros, el miedo del género splatter consiste en la destrucción física del cuerpo humano. Hay, además, un énfasis en el aspecto visual, estilo y técnica, incluyendo un hiperactivo trabajo de cámara. Mientras el cine de terror intenta restablecer el orden social y moral mediante el triunfo de la fuerzas del bien sobre el mal, en las películas gore abunda la falta de trama y orden. Arnzen sostiene que «el espectáculo violento reemplaza cualquier intento de estructura narrativa, ya que el gore es la única parte de la película que es consistente». Estas películas además presentan narraciones entrelazadas, incluyendo «montajes repletos de movimientos de cámara... tomas cruzadas de cazador y cazado, y siniestras yuxtaposiciones y contrastes».
El cine splatter tuvo sus inicios estéticos en el teatro francés Grand Guignol, en el cual se intentaban representar sangrientas escenas de matanzas para sus clientes. En 1908, hizo su primera aparición en Inglaterra, aunque el gore fue minimizado en función de un tono más gótico, debido a la censura existente en las artes británicas.
La primera aparición del gore —la mutilación realista del cuerpo humano— en el cine se puede remontar a la película Intolerancia (1916) de D. W. Griffith, la cual presenta varios elementos similares a los de Grand Guignol, incluyendo dos decapitaciones y una escena donde se muestra cómo una lanza atraviesa el abdomen de un soldado. Varias de las posteriores películas de Griffith, y las de su contemporáneo Cecil B. DeMille, muestran matanzas similares.
El Padre del Cine Gore
Herschell Gordon Lewis ha pasado a la historia como el padre del gore. Se graduó en periodismo en una universidad de Illinois, y sus primeros trabajos fueron como profesor de lengua en una escuela (con 20 años, era más joven que algunos de sus alumnos) y director de emisoras de radio y TV locales. Después comenzó a realizar unos cuantos anuncios publicitarios. Pero el dinero no era suficiente, así que Lewis pensó en realizar algunas películas que le proporcionasen más beneficios. Habló con David F. Friedman, quien tenía una pequeña distribuidora, y realizó sus dos primeros films. Tras ellos, Friedman se le une como productor asociado. Mientras Lewis se encargaba de la dirección y producción, Friedman sería el encargado de la distribución y promoción del film (influyendo también en el trabajo de Lewis), formando un tándem que pasaría a la historia del cine fantástico. Viendo el éxito que Russ Meyer estaba obteniendo con sus films, comenzaron rodando "nudies". Más de 30 según Friedman, de los que solo se conservan 7.
Pero ese género pronto se vería sobresaturado. La pareja necesitaba algo nuevo. Una noche, mientras veía un film de gángsters, Lewis pensó en que no era real que los tipos muriesen cosidos a balazos sin soltar ni una gota de sangre. La bombilla se enciende, y el gore nace como género. Con poco más de 24.000 dólares ruedan Blood Feast. La sangrienta carnicería recaudó varias veces su presupuesto. Sin dudarlo, pronto realizaron otro film repleto de sangre, esta vez más elaborado. El resultado fue 2000 Maníacos, que fue otro éxito pese a no alcanzar la taquilla de Blood Feast. Le seguiría otro clásico, Color Me Blood Red, que sería el último film de la pareja Lewis y Friedman. El segundo era consciente de que "competidores" como Russ Meyer estaban mejorando notablemente la calidad de sus películas, y consideraba que era necesario realizar un producto más elaborado si querían competir con ellos. Lewis, que no era seguidor de lo que se hacía dentro del cine independiente, opinaba que lo importante era hacer películas, una tras otra.
Rota la unión Lewis sigue dirigiendo sin su colaborador habitual, pero sus películas recogen cada vez peores críticas y menos público. Coincide con el auge de su compañía publicitaria. En 1972 filma su última película, the Gore, Gore Girls, poniendo fin a 12 años de carrera como director. Comienza aquí su completa dedicación al mundo de la publicidad, mundo en el que hoy en día es uno de los especialistas más cotizados del mundo, y tema sobre el que ha publicado dos decenas de libros, además de escribir columnas en varias publicaciones especializadas. Aún así, en varias ocasiones ha mencionado la posibilidad de realizar Blood Feast II. Cuando le preguntaron qué debería rezar su epitafio, Lewis resumió su carrera cinematográfica en una frase: "Vio algo distinto. Y lo hizo".
A comienzos de los años 20, un número de escándalos, incluyendo el de Roscoe Arbuckle, conmovieron a Hollywood, generando una crítica a la «obscenidad» que era «promovida» por las películas. Como resultado se creó el Código Hays, el cual determinaba, mediante una serie de reglas restrictivas, qué se podía ver en pantalla y qué no. El género gore se vio censurado durante casi cincuenta años.
En los años 2000, hubo un resurgimiento de películas influenciadas en el género splatter, las cuales contienen desnudos, tortura, mutilación y sadismo, conocidas de manera despectiva como «torture porn» (‘porno de tortura’ en español) por los críticos; también son denominadas «gorno» (un acrónimo de «gore» y «porno»). La película de Eli RothHostel (2005) fue la primera en ser llamada «torture porn» por el crítico David Edelstein, pero la clasificación ha sido aplicada a Saw (2004) y sus secuelas, Los renegados del diablo (2005), Wolf Creek (2005), Baise-moi (2000) y Koroshiya (Ichi The Killer) (2001). Algo que diferencia a estas películas de las splatter es que las torture porn van acompañadas de numerosa publicidad, de esta manera recaudan más que las otras.
El subgénero denominado «torture porn» ha demostrado ser bastante rentable: Saw, que fue hecha con $1,2 millones, recaudó $100 millones en todo el mundo, mientras queHostel, con un presupuesto de aproximadamente $5 millones, recaudó $80 millones. Lionsgate, el estudio que está detrás de estas películas, también ha recibido grandes ganancias de la taquilla.El éxito financiero ha inspirado el estreno de películas similares:Turistas en 2006, Hostal 2, Captivity protagonizada por Elisha Cuthbert, Borderland,Delirium, Funny Games protagonizada por Naomi Watts y Tim Roth, y The Last House on the Left.La película Grindhouse (2007), producida y dirigida por Quentin Tarantino yRobert Rodriguez, también ha sido considerada como parte del género.
Este género ha recibido numerosas críticas. Joss Whedon, creador de la serie de televisión Buffy la cazavampiros, ha dicho que el torture porn es «parte de un ciclo de violencia y misoginia que arrebata algo a la gente que lo ha visto». Los afiches utilizados para la publicidad de Hostal 2 y Captivity han generado críticas debido a su contenido gráfico, siendo quitados de algunos lugares. El director Eli Roth ha sostenido que el uso del término «torture porn» por parte de los críticos, «dice mucho acerca del limitado entendimiento de los críticos, en relación con lo que las películas de terror pueden hacer o son», y que "son anticuados". El escritor Stephen King defendió Hostal 2 y el torture porn diciendo: «Seguro que te hace sentir incómodo, pero el buen arte debe hacerte sentir incómodo».
genial esta nota!
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